El grosor de la correa es temible como podeis ver, tanto en
su parte larga como en la corta.
Es un cuero duro, muy duro y esta reseco, las posibilidades
de que se parta al forzar un pliegue o al taladrar demasiado cerca del canto
son altos pero la piel bien lo vale, es francamente especatacular.
A falta de los detalles finales la correa se muestra como lo
que es, un monstruo, dura, vieja, arañada, pero con un alma que hace que
cualquier defecto se acabe pasando por alto.
Finalmente esta preparada para el ultimo tratamiento de
engrase que igualara los colores y las texturas sin matar la belleza de la piel
y la patina que cada minuto de su vida le ha ido dando .
Y este es el resultado, un par de fotos de una de las
correas mas bonitas que he tenido el placer de hacer en mi vida, una bestia
pero con alma.
Espero que la disfrutéis tanto como yo.
Preciosas Alfre
ResponderEliminarGran trabajo
Mil gracias Daniel, ha sido un trabajo duro, pero ha valido la pena cada minuto empleado.
EliminarQué bonita! espectacular! quedaría perfecta en un 111.
ResponderEliminarGracias Luis Miguel. Y si, quedaria bien en un 111, bueno y en cualquiera de ellos, que tal un bronzo por ejemplo?
ResponderEliminarJa,ja,ja no lo sabes tu bien.
ResponderEliminarGracias nano, muchisimas gracias por el comentario.
Es una preciosidad. Bravo, Alfre.
ResponderEliminarMil gracias, solo el olor, como la madalena de Proust, ya te lleva a un tiempo que no existe, huele un poco a humedad, a piel vieja, a la cartera del cole...
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