Mi amiga Montse me regalo un muñequito de goma que contenía
una memoria USB, ese mismo día perdí la cabeza que hacia las funciones de tapa.
A los pocos días había separado la memoria del cuerpo del muñeco. No es que
fuera de mala calidad, ni mucho menos, pero hay días en que mis manos…
En vista del éxito pensé en hacerle una fundita y me puse
manos a la obra.
Cortar un trozo de piel de la anchura adecuada.
Medir y marcar agujeros.
Colocar los herrajes en su sitio.
Un poco de pegamento para que no se me escape.
Y finalmente coser un par de pespuntes.
Seleccionar el lugar para el cierre y taladrarlo.
Darle un acabado mínimamente interesante y aquí está el
resultado.
Espero que os guste y, sobre todo, mis disculpas y
agradecimiento a Montse…