El amigo Pedro me comento la posibilidad de conseguir piel
de camello en su próximo viaje al Sahara. La cosa quedo en una conversación medio
aparcada hasta el otro día en que me comunicó la llegada inminente de un
paquete.
Ya habíamos hablado de usar piel de animales salvajes o piel
de animales que son criados exclusivamente para ello, Pedro conoce mi postura,
pero me comentó que había comido pinchitos morunos de carne de camello en los
campamentos. Ante esa evidencia nada podía objetar.
Finalmente llego el paquete en el que venia un objeto
confeccionado en piel que no supe reconocer, podría ser un puff, o un cojín o
unas alforjas, la verdad, no lo se.
El caso es que con unos trocitos de lo que fui desmontando
he cosido esta funda.
Espero que os guste.
Pese a todo yo creo que mas que camello, la piel parece de
cabra, ja, ja, ja…
