Llevaba mucho tiempo detrás de una entrada como esta.
Reciclar cuero fue el origen de mi afición a esto. Sin embargo encontrar el
momento para hacer unas fotos y contarlo siempre me resulto un pelín escurridizo.
Hoy lo he hecho.
Mis zapatos de los días de lluvia empezaron a ceder por la
costura de la suela y el último día ya no pudieron más y dijeron basta. El
cuero se separó definitivamente de la suela de goma y yo sólo continué esa separación.
Recorte las piezas más grandes y las lave a conciencia, no
porque olieran mal (malpensados) sino para que recuperasen la forma original
que tenían.
Luego poco más, taladrar, coser y darle un poco de forma.
Este es el resultado, espero que os guste.
Muy buena la labor de reciclaje, me gusta el resultado final, pelín tosco, como corresponde a una piel que ha tenido un uso tan diferente.
ResponderEliminarPero me asalta una duda: ¿cómo metes el pie ahí ahora?
Ja,jaj,aj, con dificultad, ahora es para una talla mucho menor...
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